Cuando Hacienda detecta unos ingresos relacionados con ventas no declaradas, aumenta la base imponible del impuesto correspondiente (el IRPF si el contribuyente es un empresario persona física o el Impuesto sobre Sociedades si se trata de una sociedad) y liquida intereses de demora. Además, puede imponer sanciones de hasta el 150% de la suma no declarada.
No obstante, el importe por el que debe tributar el afectado dependerá del tiempo transcurrido desde que tuvo lugar la operación no declarada:
Esto es así porque, si todavía no ha transcurrido un año desde la operación, el contribuyente aún puede repercutir el impuesto sobre el cliente final. Vea un ejemplo si la inspección fiscal detecta que una SL tiene un ingreso no declarado de 25.000 euros por una venta que debió tributar al 21% de IVA.
Nuestros profesionales le asistirán en caso de que sea objeto de una revisión o inspección por parte de Hacienda.