Un precontrato es un acuerdo en el que ambas partes se obligan a firmar un contrato laboral en una fecha futura, de modo que, aunque todavía no haya comenzado la prestación de servicios, sí existe un compromiso válido y exigible para ambas partes.
Si la empresa ha encontrado a otro candidato mejor preparado y quiere dejar sin efecto ese precontrato, el afectado podrá reclamarle una indemnización por daños y perjuicios si se firmó un documento claro, con fecha de incorporación y condiciones pactadas, y dicho incumplimiento le ha generado un perjuicio real y acreditable.
No existe un importe fijo que deba tenerse en cuenta para calcular este tipo de indemnización (a diferencia de lo que sucede con una indemnización por despido). Debe valorarse cada situación en concreto, analizando una serie de factores: el salario pactado —y que el afectado no acabará cobrando—, el número de días que éste estará sin trabajar hasta encontrar otro empleo o los gastos en los que incurra (si los puede justificar). En todo caso, el afectado tendrá un plazo de un año para reclamar esta indemnización.
Sin embargo, es válido que una empresa deje sin efecto el precontrato si se producen circunstancias imprevisibles que alteren sustancialmente las circunstancias iniciales. Por ejemplo:
Nuestros profesionales le informarán sobre cualquier duda que tenga sobre precontratos e indemnizaciones por daños y perjuicios.